HISTORIA EN PORTUGUÉS Y ESPAÑOL. Consciente da importância dos processos que conduzem aos resultados, uma brasileira foi escolhida para ser a representante feminina da Sudamerica Rugby no Conselho da World Rugby
Consciente da importância dos processos que conduzem aos resultados, uma brasileira foi escolhida para ser a representante feminina da Sudamerica Rugby no Conselho da World Rugby
Em setembro passado, a brasileira Marjorie Enya foi escolhida em Assembleia da Sudamérica Rugby como a representante feminina da América do Sul em organismo da entidade máxima do rugby mundial, a World Rugby.
Marjorie conheceu o rugby em 2010 enquanto estudava História na Universidade de São Paulo, no mesmo ano em que se estabeleceu a Confederação Brasileira de Rugby. Trabalhou dentro e fora de campo para a FFLCH (Faculdade de Filosofia, Letras e Ciências Humanas) e pouco a pouco deu-se conta da importância de pertencer a um grupo e da relevância de proporcionar condições para que os colegas tivessem o merecido protagonismo.
De imediato, os valores, a cultura e o entorno a cativaram e fizeram-na manter sua conexão com o esporte já no centenário SPAC (São Paulo Athletic Club). Foi neste tradicional clube do rugby brasileiro onde Marjorie se deu conta do ponto de virada em sua carreira.
“Desde muito cedo soube que não seria uma grande jogadora, mas que era possível atuar em muitas outras frentes,” comentou Marjorie, a algumas horas da sua primeira reunião no Conselho da World Rugby.
Ao escutar as histórias contadas pelas Yaras nos treinos e viver o dia-a-dia da equipe, o espírito das atletas e das pessoas ao redor, percebeu que era necessário transmitir essa autenticidade ao Rugby feminino de uma maneira universal. Para isso, contou com a ajuda de uma referência do rugby brasileiro, Natasha Olsen, que a indicou para a Federação Paulista de Rugby. De lá, como Diretora do Comitê Feminino, Marjorie foi Gerente da Seleção Feminina na CBRu e Gerente de Serviços na competição de Rugby nos Jogos Rio 2016.
Quando a World Rugby estabeleceu bolsas de liderança feminina, Marjorie integrou o grupo das primeiras escolhidas em 2018, representando a América do Sul e ratificando o potencial que ela trazia.
Para Marjorie, ocupar um lugar na World Rugby possui um lado de conquista pessoal, sim, mas sobretudo uma grande responsabilidade, já que é um compromisso com todo um continente e com todos aquele que contribuem diariamente com o rugby na região. Ocupará o lugar da colombiana Alejandra Betancur, que trabalhou de maneira incansável no seio da World Rugby pelo Rugby sul-americano.
Marjorie tem a humildade de saber escutar, as perspectivas e os pontos-de-vista de quem veio de um lugar onde o rugby conseguiu coisas durante uma década que talvez em outras áreas ou modalidades sequer fossem possíveis. Ademais, como o ambiente do rugby brasileiro é incipiente para a grande maioria de praticantes e simpatizantes, reconhece a necessidade de dar mais valor às pessoas que o integram.
A respeito da sua chegada na World Rugby, Marjorie sente claramente um orgulho imenso e enorme gratidão pela confiança que a Sudamerica Rugby coloca nela.
“É também uma enorme responsabilidade, não apenas por ser a primeira representante do meu país, mas por representar a região em uma época de grandes mudanças.”
Aluna de Mestrado na Academia Olímpica Internacional da Grécia, Marjorie assinala que para humanizar o esporte é preciso não se esquecer das origens: “Quando voltamos às origens, encontramos muito mais respostas. A necessidade de estar juntos, por exemplo”.
Dentro do Conselho da World Rugby, este é um tema em que a brasileira colocará uma atenção especial, o Rugby Comunitário.
Segundo ela, é onde existe mais riqueza nos valores do nosso esporte, “no contrário, a ponta da pirâmide perderá o seu significado”, acrescenta. Também quer trabalhar em como não perder atletas na hora em que penduram as chuteiras, dentro da transição da carreira, para que pessoas importantes não abandonem o ambiente do Rugby.
“O esporte não é apenas um produto, um negócio. É preciso humanizá-lo. Não há forma de medir o esporte como se fosse possível colocá-lo em uma planilha de cálculos”.
Diante disso, Marjorie nunca imaginou que o Rugby acrescentaria tanto na sua vida durante estes dez anos. Tudo aconteceu com naturalidade e ela sabe da importância que a sua voz, sua ação e articulação têm para o rugby brasileiro, sul-americano e, agora, mundial.
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La trayectoria de Marjorie Enya al Consejo de World Rugby
Consciente de la importancia de los procesos que conducen a resultados, una brasileña fue elegido para ser la representante femenina de Sudamérica Rugby en el Consejo de World Rugby.
En septiembre pasado, la brasileña Marjorie Enya fue elegida en la Asamblea de Sudamérica Rugby como la representante femenina de Sudamérica en el directorio de la máxima entidad del rugby mundial, World Rugby.
Marjorie conoció al rugby en 2010 mientras estudiaba Historia en la Universidad de São Paulo, el mismo año en que se estableció la Confederación Brasileña de Rugby.
Trabajó dentro y fuera del campo para la FFLCH (Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas) y poco a poco se dio cuenta de la importancia de pertenecer a un grupo y de la relevancia de brindar condiciones para que los compañeros tuvieran el merecido protagonismo.
De inmediato, los valores, la cultura y el entorno la cautivaron y la hicieron mantener su conexión con el deporte, ya en el centenario SPAC (São Paulo Athletic Club).
Fue en este tradicional club de rugby brasileño donde Marjorie se dio cuenta del punto de inflexión en su carrera.
“Desde temprano supe que no iba a ser una gran jugadora, pero que se podía aportar desde muchos distintos lugares,” comentó Marjorie, a horas de su primera reunión en el Consejo de World Rugby.
Al escuchar las historias contadas por las Yaras en los entrenamientos y vivir el día a día del equipo, el espíritu de los deportistas y la gente del entorno, se dio cuenta de que era necesario transmitir esa autenticidad al Rugby femenino de una manera universal.
Para eso, contó con la ayuda de una referencia del rugby brasilero, Natasha Olsen, quien la había nominado para la Federación de Rugby de São Paulo.
De la Federación de Rugby de São Paulo, como Directora del Comité Femenino, Marjorie fue Gerente de Selección Femenina en CBRu y Gerente de Servicio en la competencia de Rugby en los Juegos de Río 2016.
Cuando World Rugby diseño sus Becas de Liderazgo Femenino, Marjorie integró el grupo de las primeras elegidas en 2018, representando así a Sudamérica, ratificando el potencial que ella traía.
Para Marjorie, ocupar un puesto en el tablero de World Rugby tiene un lado de logro personal, sí, pero sobre todo una gran responsabilidad, ya que es un compromiso con todo un continente y con todos los que contribuyen a diario al rugby en la región.
Tomará el cargo que tuvo la colombiana Alejandra Betancur, quien trabajó incansablemente en el seno de World Rugby por el rugby de su región.
El hecho que se inició en la modalidad dentro de un contexto muy diferente (y adverso), con poca o ninguna perspectiva, brinda una visión más privilegiada de los procesos que conducen a los resultados esperados, tal como fue con la Confederación Brasileña de Rugby durante los últimos diez años.
Marjorie tiene la humildad de saber escuchar, las perspectivas y los puntos de vista de quien vino de un lugar donde el rugby ha logrado cosas en una década que quizás en otras áreas y deportes no se han logrado.
Además, como el entorno del rugby brasileño es incipiente para la gran mayoría de practicantes y aficionados, reconoce la necesidad de dar más valor a las personas que lo integran.
Respecto a su desembarco en World Rugby, Marjorie siente claramente “un orgullo inmenso y una gratitud enorme por la confianza que está poniendo en mi Sudamérica Rugby.
“Es también una responsabilidad enorme, no solo por ser la primera representante de mi país pero por representar a la región en una época de grandes cambios.”
Alumna de máster en la Academia Olímpica Internacional de Grecia, Marjorie señala que para humanizar el deporte no hay que olvidar los orígenes: “cuando volvemos a los orígenes, encontramos muchas más respuestas. La necesidad de estar juntos, por ejemplo”.
Dentro del Consejo de World Rugby, este es un tema al que el brasileña pondrá especial atención, el Community Rugby.
Según ella, es donde hay más riqueza en los valores de nuestro deporte, "de lo contrario la punta de la pirámide perderá su significado", añade. También quiere trabajar en cómo no perder deportistas a la hora de colgar las botas, dentro de la transición de carrera, para que personas importantes no abandonen el entorno del Rugby.
“El deporte no es solo un producto, un negocio. Es necesario humanizarlo. No hay forma de medir el deporte, como si pudieras ponerlo en una hoja de cálculo ".
Ante todo esto, Marjorie ni siquiera imaginó que el Rugby aportaría tanto en su vida durante estos diez años. Todo sucedió con naturalidad y sabe la importancia que tiene su voz, su acción y articulación para el rugby brasileño, sudamericano y, ahora, el mundo.
