Los Pumas logaron superar una difícil prueba al derrotar a Samoa por 19 a 10 en el Stade Geoffroy-Guichard de Saint-Étienne.
Fue triunfo y celebración para un seleccionado argentino que debió luchar mucho para superar a un equipo de Samoa que defendió, tal su característica, con fiereza y, en este rugby moderno, orden.
Con mucha más posesión, pero complicados por el clima, la humedad del balón, la pegajosa defensa y la propia presión de un partido que no podía perder, el equipo de Julián Montoya pasó el examen.
No era necesario que fuera lindo. Era necesario ganar para seguir soñado con el objetivo planteado por el mismo equipo: estar en posición de salir campeón del mundo el 28 de octubre.
Aún con el triunfo, Los Pumas terminan su segundo partido en el cuarto lugar del Grupo D, detrás de Inglaterra (9 puntos, enfrenta mañana a Chile), Samoa y su próximo rival Japón (ambos con 5 puntos). Chile no ha sumado puntos aún.
“Hoy, nos bajamos del autobús y estuvimos en el partido, que fue bueno,” dijo el entrenador argentino Michael Cheika.
“Estuvimos físicamente en el partido e hicimos muchas cosas buenas con y sin el balón. No fuimos clínicos en la zona de gol.”
“Samoa nos presionó mucho sobre todo en el piso; estoy contento, pero no contento. Hay cosas que podemos hacer mucho mejor.”
Argentina tuvo dominio y posesión pero de diez visitas a las 22 contrarias solo pudo sumar un try y un penal.
Emiliano Boffelli llegó al primer try en el octavo minuto después de que Los Pumas dominaran los primeros intercambios y se instalaron en el campo samoano, aprovechando también que desde los 35 segundos los del Pacífico Sur jugaban con 14 jugadores por una temprana tarjeta amarilla.
El mismo fullback, elegido MVP, desde la bandera derecha aportó una gran conversión.
La lluvia, gran protagonista del primer tiempo, complicó todos los ataques, propios y ajenos, además de una bien organizada defensa samoana.
Tras un penal errado del ex Wallaby Christian Leali’ifano, Bofelli estiró la ventaja a 10-0 desde 44 metros poco después del primer cuarto del partido.
Dos minutos después, el apertura de Samoa rompió el cero con su primer penal.
A seis del descanso, la cuenta personal de Boffelli siguió extendiéndose con un penal desde debajo de los postes.
Leali’ifano volvió a errar un penal y en el cierre del primer tiempo, Marcos Kremer frenó un ataque peligroso sobre la línea de try para poder terminar con una diferencia de diez puntos: 13-3.
La posesión fue tal que tres datos ilustran el dominio de la primera etapa: Argentina transportó el balón 72 veces contr 25 de Samoa, para un total de 348 metros (86 de Samoa. Y la posesión hizo que Samoa hiciera 86 tackles contra 32 de Argentina. Esos números se repitieron en el complemento.
Argentina, con el ruidoso apoyo de una gran cantidad de hinchas, siguió manteniendo el balón ya sin lluvia pero aún así difícil de manejar y controlar por la gran humedad.
Sobre el público, el capitán Julián Montoya dijo: ““Quiero agradecer a todos los que vinieron desde Argentina. Hicieron mucho ruido y parecía que estábamos jugando en casa. Y los que no están aquí y están viendo por televisión también jugamos para ellos, así que gracias”.
Después de buscar entrar a través del lineout y el maul y hasta con el scrum, Boffelli volvió a sumar de a tres en el minuto 52. Cuatro minutos después, erró por la mínima distancia desde la línea de mitad de cancha.
El resto del partido fue una lucha cuerpo a cuerpo.
A seis minutos del final, Samoa llegó finalmente al try que buscó sin el orden que había mostrado en defensa, a través del ingresado hooker Sama Malolo que Alai D’angelo Leuila transformó para quedar a try convertido del triunfo.
El ingresado Nicolás Sánchez, en su cuarta RWC, le quitó el punto bonus a los samoanos en el minuto 79 con un penal desde mitad de cancha, punto que podría ser clave en la definición del grupo.
Samoa volverá a jugar el próximo jueves ante Japón en el Stadium de Toulouse buscando definir el segundo puesto temporario del grupo.
El próximo partido para Los Pumas serán frente a Chile el sábado 30 de septiembre en el Stade de la Beaujoire de Nantes.