Unión de Rugby del Uruguay 07 , 2022

El veterano Diego Magno tiene grandes objetivos con Los Teros

El segunda línea Diego Magno, en su quinceava temporada de rugby internacional y acercándose a los 100 caps, espera participar en su tercera Rugby World Cup el año próximo.

“No soy bueno con las estadísticas; realmente no sé cuántos juegos he jugado”, comienza Diego Magno.

Si bien World Rugby tiene su cuenta en 89, Magno sabe que superó con creces al ex titular Rodrigo 'Paleta' Sánchez con 68. Habiendo jugado para Uruguay en M19, M20, Seven y 15s, la cantidad de veces que se ha puesto con orgullo la camiseta azul claro es casi imposible de contabilizar.

Cualquiera que sea la cifra, está claro que Magno, que jugó su primer test en 2008, y es actualmente el Tero con más años de servicio y posiblemente el más orgulloso. Está en la lista para saltar a la cancha contra Rumania en la serie que se jugará en el Estadio Charrúa de Montevideo durante las próximas dos semanas.

Su historia con la camiseta celeste representa el camino que ha tomado su país, abrazando el rugby de alto rendimiento y clasificándose para las últimas tres Rugby World Cups.

“Llegar a los 100 caps solo significaría que me estoy poniendo viejo”, se ríe Magno, a sus 33 años.

Su primera gran decisión de rugby la tomó a los 18 años. “Tenía un viaje escolar de un mes totalmente pagado a Italia y también fui seleccionado para Uruguay M19. Elegí el rugby y nunca miré hacia atrás”.

Un largo camino

Después de jugar en el último torneo para Menores de 19 en 2007 antes de que el rugby internacional juvenil se volcara a los menores de 20, jugó en el primer M20 Trophy, ganando la final ante Chile en Santiago.

“Ese partido lo jugué como segunda línea, pero la mayor parte de mi carrera antes y después la pasé como tercera línea”, recuerda, reconociendo que el entrenador Esteban Meneses ahora lo ve como un candado.

Su primera test fue contra Rusia en Bucarest. Recibió una llamada tardía para unirse al equipo y en cuestión de horas estaba viajando solo, un viaje que merecería ser contado alguna vez.

“Desde entonces, solo me perdí muy pocos partidos”, dice mientras trata de recordar cuáles. En esta lista hay una Copa Tbilisi que Magno decidió faltar debido a los exámenes universitarios que se obligó a tomar, y otro test que se perdió debido a una fractura, pero no muchos más.

El único test para el que estaba disponible pero no fue seleccionado fue contra Canadá en 2018, el que le dio a Los Teros el boleto a Japón.

“Éramos 25 en la plantilla y me lo perdí. No me gustó, pero lo tomé como un mensaje de que necesitaba trabajar más duro”.

El siguiente partido fue contra Brasil y rápidamente se redimió, mostrando las ganas que tenía de ser tenido en cuenta.

Su naturaleza competitiva quedó clara, lo cual es útil sobre todo cuando juegas tu quinceava temporada de rugby internacional.

Altura

Con una altura de 1,88 metros, Magno es muy consciente de que a menudo compite contra oponentes más altos. “Lo compenso corriendo más, estando más cerca de la pelota y haciéndome ver."

“Siempre he sido competitivo y para serlo necesitas estar en forma, una mentalidad que me ha permitido jugar tanto tiempo con muy pocas lesiones."

“Con el tiempo, aprendí a administrar mi tiempo y a disfrutar de otras cosas fuera del juego”.

Su padre Fabio, su mayor admirador, había jugado rugby para L'Aquila y a los 19 años, siendo elegible para representar a Italia, a Diego le ofrecieron mudarse a Italia y tal vez eventualmente jugar para los Azzuri.

“Nunca quise jugar para ningún otro país que no fuera Uruguay”, concluye.

Alto rendimiento

Cuando la URU abrazó el rugby de alto rendimiento, Magno estaba encantado, habiendo tomado su propio camino hacia un alto nivel de rendimiento.

Habiendo jugado contra Rumania en el empate en casa y luega una derrota en Bucarest que llevó a los Robles a Nueva Zelanda en 2011, estaba claro que las cosas tenían que cambiar en el rugby uruguayo.

Lo hicieron. A partir de 2012, y con Magno como un nombre habitual en los equipos uruguayos, se fortaleció el alto rendimiento y con el enorme trabajo de muchos, Uruguay estuvo en Rugby World Cup 2015, Rugby World Cup 2019 y ahora, Rugby World Cup 2023 en Francia.

“Uno de los partidos más importantes de mi carrera”, reflexiona, “fue el partido contra Rusia en 2014”.

Habiendo perdido en Krasnoyarsk 22-21, el segundo partido definía quien iría a Rugby World Cup el año siguiente.

“Ese test fue muy importante, más allá de que en ese momento no lo sabíamos. Teníamos que demostrar nuestro crecimiento como Unión y como equipo; ganar allanó el camino para lo que vendría después."

“¡Y lo que siguió fue increíble!”

Padre reciente de Santino, de dos meses, el gran objetivo de Magno ahora es Francia 2023.

Compitiendo por un lugar en Francia está Chile, con quien Magno tiene una relación profunda, venciéndolos 10 veces en 12 tests. Buen amigo del ala de Cóndores Ignacio Silva, rival de Magno en aquel Trophy de 2008 y muchas otras batallas desde entonces, espera que Chile pueda vencer a Estados Unidos y reservar un lugar en la Francia 2023.

“Mostraría cuánto ha crecido la región sudamericana para el rugby”.

Contra Rumania

Uruguay necesita seguir creciendo de cara al torneo del próximo año y Rumania es el próximo desafío.

En siete tests contra los Oaks, Magno empató el primero y ganó en 2018, cuando una intercepción en el minuto 81 les dio la improbable victoria en Bucarest.

“Competimos contra ellos en el ranking, ya que actualmente estamos en el puesto 18 y ellos en el 19; vencerlos nos empujaría más arriba en el ranking, lo cual es positivo mientras nos preparamos para Rugby World Cup 2023”, dice.

“Los partidos contra Rumanía también son duros pero agradables. En noviembre pasado perdimos 29-14 jugando muy mal. Tenemos que corregir eso."

“Al final del día, tests como este o la reciente gira a Japón es lo que necesitamos para crecer. Sabemos que no estamos tan lejos, solo necesitamos más consistencia para jugar contra equipos de buena calidad”.