Los Teros, como era de esperar, no pudieron con los All Blacks, pero jugaron un buen partido para despedirse de su quinta participación en la máxima cita. Fue derrota 73 a 0.
Por más que Uruguay haya dejado todo su rugby en la cancha, con más ganas que efectividad y orden, las diferencias fueron demasiado grandes contra uno de los mejores del mundo. Las había antes, y las habrá después, aunque el seleccionado uruguayo puede regresar tranquilo por el deber cumplido.
No se cumplió el objetivo planteado que era ganar dos partidos – fue tan solo el triunfo ante Namibia y 40 minutos de dominio ante Italia. Dolió, pero marca la realidad que hay entre el Tier 1 y los equipos como Uruguay o Chile.
Los Pumas tardaron casi 40 años en derrotar por primera vez, por lo que el primer enfrentamiento de los uruguayos contra el mejor equipo neozelandés – hubo un encuentro contra All Blacks XV en Montevideo en 1976 cuando el seleccionado neozelandés jugó en Argentina – fue lo que se suponía sería: una experiencia para aprender y mejorar para el un futuro mejor.
Siete minutos le llevó a los All Blacks mostrar la efectividad que se sabía de antemano tenían aunque el tackle salvador de Mateo Sanguinetti y la aguda vista del TMO hayan definido que habría que esperar para el primer try.
Podrían haber sido los uruguayos los que apoyaran el primer try – Tone Mieres, con toda su experiencia en el rugby internacional, le hizo una enorme medialuna a Leicester Fainganuku y armó un ataque que terminó con el festejo anticipado de Manuel Ardao; al apoyar tocó levemente la línea de touch.
El TMO tuvo mucho trabajo ya que un try de Damian Mackenzie, terminó en penal para Uruguay por un penal previo sobre el medioscrum Arata.
El fullback neozelandés tuvo su try a los 20 minutos desde un scrum debajo de los postes cuando All BLacks optaron por esa formación frente a un penal.
De una situación idéntica, fue Richie Mo’unga quien cruzó para el segundo try neozelandés.
Contra genialidades como la de Mackenzie es casi imposible. Mientras Uruguay hizo un enorme esfuerzo para quebrar a los All Blacks, los ganadores con poca energía volvieron al try, estirando a 21-0 el marcador, pasada la media hora.
Nuevamente, un scrum en franco ataque depositó al medioscrum Cam Roigaard para el cuarto try y el 26-0 con que ambos equipos se fueron al descanso.
El segundo tiempo empezó con dominio neozelandés y al pasar los minutos, Nueva Zelanda siguió rompiendo. Las pocas acciones positivas de Los Teros fueron replicadas con mejores de los All Blacks que apoyaron siete tries en los segundos cuarenta minutos.
Nueve de los once tries fueron convertidos.
Si bien suena a planteo conformista, el resultado de Uruguay fue muy superior al 96-17 con que cayó Italia y en el juego al 71-3 frente a Namibia.
Claramente, Uruguay mereció un poco más de suerte, sobre todo en el primer tiempo, para no irse en un doloroso cero. La jugada final tuvo a unos Teros derrotados jugando un penal en su propio campo para soñar con un try que al menos les diera un festejo.
Será parte de los muchos aprendizajes de jugar con los mejores
Los Teros regresarán a Montevideo los que no están en Europa jugando su rugby. Para algunos, el futuro tiene destino internacional, para el resto, el merecido descanso después de un año largo y de mucho trabajo.
Y luego, empezar el camino a Australia 2027 usando, nuevamente, el escalón fundamental del Súper Rugby Américas.