El arribo de Chile ya se coronó con la Bienvenida Oficial.
El plantel chileno está en tierras francesas y el domingo por la tarde recibió la bienvenida oficial al torneo en el que jugará por primera vez.
Habiendo clasificado como Americas 2, Los Cóndores enfrentarán a Japón el próximo domingo en Toulouse, luego a Samoa en el Stade de Bordeaux el sábado 16 de septiembre. Una semana más tarde en el Stade Pierre-Mauroy de Lille el rival será Inglaterra y su primera participación mundialista finalizará en el Stade de la Beaujoire de Nantes en el primer cruce de equipos sudamericanos en Rugby World Cup ante Argentina.
En un centro de eventos, con el mar cerca, con el pueblo presente, el alcalde les dio la bienvenida, recibieron una medalla y un cap que cada equipo ya recibió o recibirá en estos días.
El plantel, con 32 de 33 jugadores que jugaron en Selknam desde su creación, bajó caminado desde su hotel y en el camino fue recibido con bailes típicos de la zona de Bretaña donde Chile tiene su base de operaciones.
“Le comentaba a un amigo, que recibir el cap y esta Ceremonia era como una graduación; es sentir que llegas a lo más alto que un rugbista puede llegar. Estoy emocionado; se cumplió una meta pero queda jugarlo y disfrutarlo,” dijo Ignacio Silva, el jugador más experimentado en el plantel chileno.
“Este cap genera, satisfacción, agradecimiento y felicidad.”
En días de comunicación instantánea, Nacho Silva envió rápidamente la foto a sus seres queridos.
“Ya mandé la foto a mi familia. Me compartieron su felicidad y orgullos, y me dijeron que lo disfrutara.”
El objetivo de Chile está claramente en llegar listo al primer partido, y el subcapitán José Ignacio Larenas habló sobre la primera práctica del equipo en tierras francesas.
“Teníamos muchas de ir a tocar la cancha después de muchas actividades protocolares a las que no estamos acostumbrados; se sentían las ganas de todos de ir a conocer el lugar de entrenamiento, el gimnasio, hacer los movimientos en el campo de juego que es a lo que hemos venido, a prepararnos y a jugar.
“Esas ganas y ansiedad de tocar la cancha se va contagiando por lo que fue un entrenamiento muy, muy positivo. Fue de baja intensidad, todavía cuidando las patas por el viaje pero se notaba esa energía que hay en empezar a preparar el primer partido.”