elipe Brangier, “Pipe” para todos, es el capitán de Chile Sevens. Forma parte del equipo desde el año 2009 y en enero de 2010 tuvo su primera participación oficial.
Felipe Brangier, “Pipe” para todos, es el capitán de Chile Sevens. Forma parte del equipo desde el año 2009 y en enero de 2010 tuvo su primera participación oficial. A lo largo de estos años utilizó la camiseta número 1 que en sus inicios solo hacía referencia a su posición, pilar izquierdo, pero hoy es una marca registrada del capitán. Su equipo acaba de ganar el Sudamérica Rugby Sevens 2019 y se prepara para un año lleno de desafíos en que Los Cóndores 7s quieren volar alto y hacer historia.
¿Cuáles fueron los objetivos que se propusieron previo al Circuito?
Básicamente tuvimos tres objetivos, desde lo general a lo particular. El primero: clasificar a Hong Kong y quedarnos con uno de los cupos que entregaba el Circuito. Segundo, clasificar a Las Vegas y Vancouver, y quedar así como el mejor equipo entre sudamericanos. El tercero fue ser finalistas, pelear en las puntuaciones más avanzadas. Sabíamos que estábamos en buenas condiciones y con posibilidades de hacerlo.
Los cumplieron…
Los objetivos fueron de menor a mayor y pudimos cumplirlos con gran éxito. Estamos muy contentos ya que fueron objetivos exigentes y cumplimos sobre las expectativas. Podríamos decir que fueron objetivos sobre cumplidos.
¿Por qué Chile ganó el Circuito?
El aspecto más importante para mí en estas dos fechas fue el grupal, lo buenos amigos que somos, la buena onda que tenemos dentro del equipo, el compañerismo. Disfrutamos nuestra vida amateur en un juego de profesionales. Esos son los aspectos claves, más allá de la preparación física y la técnica, que ya tenemos muy interiorizadas, muy arraigadas – esto de entrenar como profesionales. Nosotros tenemos de siete a nueve estímulos semanales juntos. Lo que nos hace ganadores del Circuito es la cohesión dentro del grupo, la actitud, el temperamento y lo batalladores que somos en todos los momentos.
¿Qué equipo viste?
Fuimos un equipo que nunca bajó los brazos, cada situación en contra, cada cobro en contra, cada infracción nos dolía mucho. Lo vemos, lo estudiamos, lo repasamos mucho. Fue uno de los puntos que más trabajamos. Fuimos un equipo consistente tanto dentro como fuera de la cancha y me quedo con lo segundo, que es lo que nos construyó de una forma diferente al resto. Teníamos una energía y un círculo de amigos muy potente.
¿Cuáles son los puntos altos del equipo?
El balance es positivo. Cumplimos con la mayoría de los aspectos técnicos y tácticos que evaluamos dentro del juego y, si bien es fácil ser general después de la batalla, te diría que la obtención, la posesión y la defensa fueron los aspectos fundamentales para hacer estos dos buenos torneos. Si tuviera que elegir uno me quedo con la defensa, que es uno de los aspectos que más trabajamos, donde más nos esforzamos y donde más queríamos ser reconocidos. Tenemos una estructura solidaria, poco permeable y con pocas opciones de vulnerar.
¿Dónde se producen esos cambios?
Es una mentalidad que se ha ido construyendo con los años, de la que no podemos ser ajenos y no podemos dejar de lado. Cuando nos meten un try, cuando hacemos un penal nos tiene que doler, no puede dar lo mismo que se caiga una pelota, que nos cobren un penal, que nos hagan un try.
¿Qué sensaciones te dejó el Circuito?
Hago dos balances, desde dos puntos de vista distintos. Las primeras sensaciones son muy positivas, satisfecho por la categoría del Circuito, el nivel de juego y los países que participan. Competimos contra distintos tipos de juego, de roce, de destrezas y eso suma al crecimiento del rugby de la región. En otra mirada creo que para los equipos sudamericanos el sistema de clasificación es más complejo ya que competimos por cupos a los circuitos internacionales solo entre nosotros, pero los puntos de los partidos contra los países que no son de la región te pueden afectar. Eso te puede jugar una mala pasada, si te tocan rivales más difíciles o más armados o con mejor forma. Es un gran Circuito, que se está consolidando luego de tres años y es el camino que debe seguirse: mejorando la competencia para la región, invitando a otros países a desarrollarse.
¿Qué significó la victoria sobre Los Pumas 7s en Punta del Este?
Por supuesto que es un significado importantísimo para la estructura de Chile una victoria sobre Los Pumas 7s, sobre todo en las condiciones que se da esa final. Dramática, con tormenta eléctrica, en la última jugada, con tiempo cumplido. Eso la hizo mucho más espectacular, con el dramatismo y el suspenso que requiere una final. Las condiciones no dejaron presentar las mejores destrezas del juego, hubo que ser más físicos, más combativos y psicológico. Desde ese punto creo que fue muy importante para la construcción del grupo el haber podido sacar adelante ese juego, por la forma y el rival.
¿Qué sabían de Argentina?
Sabíamos que Argentina en Punta del Este estaba jugando con su equipo más competitivo en ese momento. Con los jugadores que estuvieron en el Mundial y que participan del Circuito Mundial. Sabíamos que era un desafío extra. Fue interesante medirnos con esa categoría de rivales, con el nivel que siempre hemos querido enfrentar y a lo que queremos acostumbrarnos a jugar. Había motivación y creo que estuvimos a la altura. Tanto desde lo emocional como en lo estratégico para Chile haber ganado ese partido significa mucho. Estamos todos muy contentos por ese gran hito, por esa gran alegría que el Seven ha podido dar y que ratifica el buen momento que está pasando este proceso. Marca que tenemos las condiciones y las herramientas reales para competir con estructuras superiores a las nuestras. Eso es el significado y la lección que nos deja esa victoria con Los Pumas 7s.
¿Cuáles son los próximos desafíos para Los Cóndores 7s?
Tuvimos unas semanas muy intensas de Circuito, de mucha exigencia física y mental, y ahora tenemos más claro el calendario, que es bien exigente. Se viene el World Series Invitational de Las Vegas y después vamos a Vancouver, en marzo. En abril será el qualifier de Hong Kong que esperemos poder ganar. Hemos perdido los dos últimos años en semifinales y tenemos como objetivo certero y muy claro estar en la final para ganarla. Luego, será momento del Preolímpico que entiendo se jugará en Chile y que da un lugar directo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Eso es básicamente un torneo sudamericano así que también es un objetivo muy importante, que tenemos entre ceja y ceja; queremos hacer historia, meternos en los Juegos Olímpicos, y hoy tenemos una oportunidad real de hacerlo. Para terminar el primer el primer semestre y la temporada 2019 vienen los Juegos Panamericanos de Lima. Allí iremos con grandes expectativas de hacer caer a alguno de los grandes: Canadá, Estados Unidos, Argentina.. alguno tenemos que hacer tropezar para meternos en el medallero.
Palabra de capitán
Tenemos un calendario de competencias súper exigente, grandes expectativas y mucho optimismo de poder salir contentos o satisfechos de estas competencias, así que con mucha cabeza y actitud a preparar esos objetivos que los tenemos muy bien visualizados.
Fotos: Sergio Maureira