Unión de Rugby del Uruguay 09 , 2019

Los Ormaechea

El apellido Ormaechea ha sido una constante en el rugby uruguayo en las últimas cuatro décadas. Rugby World Cup así lo reconoce.

Los hijos primero. Ambos se miran antes de contestar algo sobre su papá Diego. No es deliberado, pero se miran brevemente y esas miradas dicen "dale, vos" y "no, dale... vos" para ver quién va a empezar a hablar sobre él. Y no sólo sobre él. Sobre el Mundial, también.

Arranca Juan Diego "si, papá estaba contento. Vino a cenar con nosotros al hotel después del partido contra Australia. Estaba también con bronca por algunas cosas... es que es así, lo vive como si lo estuviese jugando".

Agustín dice que "siempre fue un padre que se preocupó porque las cosas fueran justas. No es muy expresivo con las palabras, pero sí con gestos. Una persona dura, y muy justa". Juan Diego asegura con un "sí, puede ser..." cuando se le consulta si detrás de esa armadura, Diego Ormaechea se emociona fácil y sobre todo, si ellos están involucrados. "Se emociona mucho y todo lo vive con mucha intensidad también" acota Agustín. "Vive el rugby hasta la última fibra de su cuerpo".

"En casa, todo es rugby. Que si no es el club -Carrasco Polo- es el seleccionado y si no es el seleccionado es un partido de algún equipo, pero siempre es rugby", es ahora Juan Diego el que explica. "A veces la charla es charla pero a veces es al estilo Diego Ormaechea" dicen ambos entre risas y coinciden en el espíritu vivo y ardiente de su papá para con el rugby.

Por supuesto que se les infla el pecho de orgullo al hablar de papá Diego. Él ya estaba en el Hall of Fame de sus hijos antes del honor de estarlo, en breve, en el de World Rugby.

"Sin dudas representa (Diego) a una generación en Uruguay y hasta en Sudamérica. Un estilo de jugador para un rugby distinto en el cual él siempre estuvo vigente. Veinte años atrás el deporte era un poco más lento, con menor dinámica. Con un encanto muy particular, porque había como pequeñas batallas dentro del campo con las que había que saber lidiar, cosas que hoy ya no se dan. Otro rugby diferente, ideal para mi papá y los de su generación" finalizan entre risas.

Sueño cumplido

Agustín y Juan Diego están disfrutando juntos esta Copa Mundial. Un hecho y un deseo que en 2015, en Inglaterra, había quedado trunco para Juan Diego: "fue una frustración grande y por eso cada momento acá, lo vivo con intensidad. Hasta algo que puede ser aburrido, hago que sea inolvidable. No me olvido de lo que sufrí hace cuatro años. Si hasta soñaba que me llamaban como reemplazo y tenía que ir, pero no me llegaba ese llamado" dice, y rememora esa angustia.

Agustín añade "Para mí es un sueño estar en un segundo mundial y con mi hermano. Porque no es algo común. ¡Estás con tu hermano, en una selección, en un Mundial! Es muy linda la sensación que genera. Además, el grupo humano que hay acá, donde todo se vive como en familia, es excelente. Hoy hablábamos de lo rápido que se paso este Mundial. Queda menos de una semana".

Al ser su segunda vez, puede establecer comparaciones entre ambas competencias con su país "cada Mundial tiene lo suyo, pero disfrutarlo con Juancho lo hizo distinto. El equipo también tiene una energía distinta, tiene algo especial. Está compacto, sólido, unido, con las cosas claras. Y eso te marca como jugador" agrega Agustín.

Para Diego Ormaechea, su "Hall of Fame" está en el campo de juego, justo antes del inicio del partido ante Australia. Habla de Agustín y Juan Diego y se lo nota emocionado. Contenido, pero emocionado.

"Ya tuve el orgullo de ver a mi hijo Agustín en la RWC 2015 en Inglaterra, y verles a él y a Juan Diego juntos en esta lista para la RWC 2019 fue increíble. Es indescriptible como padre que dos de sus hijos representen al país. Que mi esposa y yo estemos aquí para disfrutar vivos del momento en que ambos entren juntos a la cancha. Es muy difícil de describir, de hecho" cuenta Diego.

Agrega que "para mí, estar en el Salón Mundial de la Fama del Rugby en un futuro próximo representa algo que me supera, me excede. Es un reconocimiento a la enorme cantidad de personas que han trabajado y ayudado a desarrollar el rugby en Uruguay. Estoy orgulloso de ello, pero es mucho más que algo personal".

Sobre Agustín y Diego, sin vueltas, asegura que "el enorme esfuerzo que han hecho en los últimos cuatro, cinco meses para poder estar aquí, como todos los jugadores, merece un reconocimiento especial, porque no todos son profesionales. El rugby de clubes uruguayo tiene que estar muy orgulloso de estos jugadores y de los que no han estado en la lista, porque la dedicación ha sido muy grande, con mucho sacrificio".

El Hall of Fame para su madre

Y el Hall of Fame tiene, para Diego y sus hijos, una persona que lo merece también. "Mi mamá Verónica, sin dudas" dice Agustín. "A ella le corresponde el 50% del Hall of Fame, ¿no Juancho? Es incansable, va y fue a todos lados, nos llevó a entrenamientos martes y jueves cuando éramos chicos, nos esperaba leyendo, se quedaba con nosotros cuando papá se iba de a jugar o de Gira y además, estarle encima a él... sin dudas se merece un reconocimiento grande" Juan Diego agrega que "debería ser Hall of Fame compartido".

Para finalizar, ambos sentencian "¿Que nosotros estemos hoy acá en el Mundial? Si, seguro eso es mucho de ella también".