Un proyecto que se originó en Francia en 2017, se lleva a cabo en Santiago de Machaca, una pequeña población en el medio del Altiplano a 4.000m de altura, en el extremo oeste de Bolivia, en el Departamento de Pando, muy cerca del límite con Perú.
"A finales de 2017 el proyecto original terminaba y había tenido éxito, decidí crear Anatañaní, que significa ‘Jugamos Juntos’ en lengua Aymara". Esto lo dice su fundador, el franco-boliviano Jean Fontayne Fernández. Nació en Oruro, pero de muy niño reside en Francia y regresa a Bolivia una vez por año a seguir el proyecto de cerca.
Mientras tanto, el monitoreo es "diario, por cualquiera de las herramientas que tenemos disponibles. Mucho por Zoom," explica.
"Anatañani es una asociación que está creada desde abril de 2018 y es la prolongación, como mencioné, de un proyecto educativo que se llama "A 4.000m de altura", que se desarrolló en Santiago de Machaca. ‘Anatañani’ interviene en la educación y el deporte de los niños. Tenemos varios grupos de niños y niñas entre los 8 y 14 años y desde 2017 jugamos al rugby y hemos hecho talleres culturales, todo con relación con el juego," dice Jean.
"Se necesitaba mucho tiempo y apoyo para desarrollar este programa. Soy educador especializado en discapacidad y en abordar problemas de la niñez. Esto me sirvió para trabajar aún más fuertemente en el desarrollo de este programa. Implicaba rugby, educación y afrontar los problemas de los chicos. Todas mis pasiones en un solo lugar".
Jean tiene treinta años, vive en Versailles y juega al rugby en Francia desde los cinco. "Soy apertura o centro".
Cultura Aymara
"Había mucho por hacer: poner de manifiesto la importancia de la cultura Aymara, su lengua, su patrimonio cultural allí mismo en donde aún persiste, en donde aún tiene mucha relevancia y preponderancia.”
“Introducir el rugby, el deporte que me apasiona, y como dije, hacer un seguimiento de los chicos en su proceso educativo dentro del programa," precisa Jean sobre la labor de aquellos que lo llevan adelante día a día.
"El rugby tiene consignas, normas. Y si bien por momentos tuvimos algunas dificultades para comunicarnos con los niños y los adultos a cargo, a través del rugby todas esas barreras idiomáticas quedaron disueltas. El proyecto educativo tiene al rugby como centro. Lo más importante que han aprendido es que el rugby tiene reglas que deben ser respetadas: el respeto a los horarios, al prójimo, al árbitro, el autocontrol, la disciplina, el compañerismo...," sentencia.
El proyecto ha prendido en toda Bolivia.
"Si bien comenzó en Santiago de Machaca, ya está en Oruro, Santa Cruz de la Sierra, Tarija, La Paz... y sigue creciendo," comenta Jean, feliz por la repercusión.
El trabajo es arduo y requiere de mucho compromiso formando jugadores de rugby para que se conviertan también en entrenadores de estos niños en las distintas ciudades, continuando el legado.
"Cada año llevamos adelante un encuentro de rugby infantil con los 80 niños y niñas del programa,” explica. "Vienen de cada uno de los Departamentos mencionados anteriormente y se juntan para jugar. El resultado es un éxito, ya que todos los niños juegan", asegura Jean.
El éxito ha servido también para poner a Santiago de Machaca en el mapa, gracias al apoyo de la embajada de Francia en Bolivia y la Alianza Francesa. “Como mencioné antes, es un proyecto deportivo y cultural, con el rugby como nexo".
Jean reafirma su convencimiento en que ‘Anatañani’ es un proyecto a largo plazo, “No es algo que esperamos sea inmediato. Promueve y propone que los niños son el futuro de Bolivia y una mejor educación es algo básico para que tengan una mejor oportunidad de vida".
Un objetivo muy grande que tiene por delante y lo desvela, entre tanto otros, es poder "llevar a algunos niños a Rugby World Cup 2023, que se va a jugar en Francia. No hay dudas de que es muy complicado, pero ojalá podamos hacerlo".