Emiliano Caffera, entrenador de las Yaras, habla sobre lo que será el partido de este sábado entre Brasil y Colombia por la clasificación directa a la Rugby World Cup Femenina 2025.
La exportación de entrenadores uruguayos es un proceso que avanza, tanto que cuando Brasil y Colombia se enfrenten el próximo sábado por un lugar en la Rugby World Cup Femenina 2025, los conductores de ambos seleccionados serán surgidos de la cantera del rugby oriental.
Por el lado de las Tucanes estará Luis Pedro Achard, de larga carrera conduciendo a Los Teros Sevens. Y por el de las Yaras Emiliano Caffera, quien tras haber jugado para Los Teros, fue asistente de Pablo Lemoine en dos ciclos mundialistas – el primero con Uruguay en Japón 2019, el segundo con Chile el año pasado.
“A Luispe lo conozco bien, trabajamos juntos en Uruguay,” comienza desde San Pablo antes de viajar a Asunción Caffera.
“Creo que lo que les va a dar es un poco más de juego, no creo que cambie mucho lo que ya han hecho, pero le ha dado orden en varias cosas. Le vino bien a Colombia y se nota que ayudó mucho al equipo ya que el nivel ha subido desde el año pasado.”
El partido del sábado es una definición única y directa para el Mundial Femenino que se jugará el año próximo del 22 de agosto al 27 de septiembre únicamente en Inglaterra. Al agrandarse de doce a 16 la cantidad de equipos participantes, Sudamérica Rugby recibe una plaza directa. Que se definirá en terreno neutral: el Estadio Héroes de Curupayty en Asunción.
Si bien el rugby de quince no está aún desarrollado en el nivel de las potencias – domina Inglaterra mientras que las neozelandesas son las defensoras del título (en la final, Inglaterra se quedó con 14 jugadoras muy temprano) – ir al Mundial será parte de un proceso de crecimiento para quien le toque.
“Este año se hizo un torneo regional de XV y se busca jugar más en los clubes, pero es difícil.”
“No hay rugby de XV profesional, pero hicimos un camp por mes de 3 días durante los últimos meses y hemos avanzado mucho. Siempre falta y de clasificar al Mundial va a requerir de una estructura amplia. Puede ser un lindo desafío para enfrentar.”
En Asunción habrá siete chicas del seven, plantel que profesional por jugar en el SVNS de World Rugby. Al regresar de Madrid, donde Brasil aseguró su plaza en la elite del sevens mundial, Caffera pudo trabajar con el plantel completo.
Así, su equipo derrotó a Estados Unidos M23 – con algunos refuerzos mayores de esa edad – 18-12 y 21-12.
“Una de las cosas que tienen que empezar a formar las chicas es su mentalidad ganadora – antes habían un solo partido en su vida, 10-7 contra Portugal,” comenta. El trabajo con una sicóloga deportiva ayudó mucho en el seven y se está transmitiendo en el quince
Por de pronto, para Caffera y su staff, el trabajo en estos días finales es tener a las chicas enfocadas, finalizando la estrategia y los cambios, “aceptando el desafío de un rugby de XV. Todas las jugadoras vienen del seven que era el formato que había en el país.”
“Cambiamos el núcleo de jugadoras y después de un semestre, las chicas ya sienten el rugby de quince – el juego corto, el scrum, el maul, el juego con el pie. A las brasileras les gusta jugar, pasar la pelota. Pero les falta experiencia en momentos claves. No es nada en particular, son los pequeños detalles a lo largo de un partido.”
La debilidad del entendimiento del juego es una fortaleza de Colombia.
Aún con este escenario, Brasil está a 80 minutos de un Mundial, aunque enfrente estará Colombia, contra quien cayó las seis veces que se enfrentaron.
“Colombia es un equipo sólido, con chicas que están hace mucho tiempo entrenando juntas, más lo que les aporta el nuevo staff.”
Más allá de eso, Caffera viaja a Paraguay con ganas y esperanza.
“Me imagino un partido palo a palo,” cierra.
Foto: Brasil Rugby
